No somos muy conscientes de ello, pero a día de hoy es muy fácil conseguir ver cualquier tipo de contenido en la red. Desde videos porno gratis a videoclips o recetas de cocina paso a paso. Y es que el mundo del vídeo lo ha ido revolucionando todo, y más si es tan fácil como darle al play.
¿Cómo ver porno gratis?
Ahí está la cuestión, y es que a menudo no nos basta con encontrar las cosas fácilmente, sino que además queremos que sean gratis. Esto a veces no es fácil de conseguir: los portales que ofrecen estos contenidos tienen sus propios gastos y a menudo, aparte de pagar el servidor y demás, lo que persiguen es lucrarse con ello. Es normal y no es criticable, ya que se trata de un tipo de negocios como cualquier otro.
Lo que suelen hacer muchos de ellos es ofrecer varias alternativas, como por ejemplo pagar por vídeo o bien, pagar una especie de cuota que incluya la visualización libre de todo tipo de contenidos que se encuentren allí. Es una solución que gusta a muchas personas y que al fin y al cabo no suele resultar muy caro, y más si lo comparas con otros gastos que puedas tener en tu día a día.
Pero vayamos a lo que nos importa, que son los vídeos gratuitos.
Encontrarlos no es del todo difícil: basta con usar un buscador (tipo Google) y poner las palabras clave que nos interesen. Al momento nos aparecen muchos resultados y es cuestión de ir mirando aquello que nos interese más: vídeos de gays, tríos, BDSM, fetichismo, etc.
Nos podemos encontrar con:
- Páginas que prometen lo que no ofrecen: es decir, cuántas veces hemos visto lo de “videos gratis” y luego cuando entras ves que realmente no es así. Bien, esto es un engaño recurrente porque la mayoría de webs lo que quieren es atraer visitas, y claro, si se usan estas palabras clave para que la gente clique, ven por cumplido su objetivo. Está claro, pero, que esto no beneficia a nadie: a nosotros nos hace perder el tiempo y para ellos mismo es también muy mala publicidad, puesto que puedes “picar” una vez, pero no te dejas engañar más veces.
- Páginas que son realmente gratuitas: no es que abunden mucho en el mundo del porno, y menos con contenidos de calidad, pero se pueden encontrar. Lo más normal es que sean vídeos cortos (nada de largometrajes, como os podéis imaginar… o los mínimos si se trata de contenido libre para su uso) y que además haya mucha publicidad. Esto último es para sufragar los gastos.
Si queremos ver contenidos gratis debemos saber que lo más seguro es que tendremos que lidiar con la publicidad, ya sea en forma de pop-ups, banners laterales o incrustados en el propio vódeo. Aunque de hecho, y si lo paramos a pensar detenidamente, resulta un precio muy barato por todo lo que nos llevamos a cambio, ¿no creéis?